Jinx, la Bala Perdida


Jinx, la Bala Perdida. 

Saca tu ametralladora y prepárate para sembrar la muerte y la destrucción a tu paso con Jinx, la Bala Perdida. Con mucho carácter y equipada con una cornucopia de masacre, Jinx es una tiradora especializada en dejar a sus enemigos marcados para su demolición.



Habilidades


Pasiva: ¡A tope!

Jinx obtiene un gran aumento de su velocidad de movimiento cada vez que muera un campeón o sea destruida una torre a los que haya atacado recientemente. Esta mejora disminuye a lo largo del tiempo.

Q: ¡Cambiazo!

Cambia armas.
  • Espinas, el lanzacohetes: los ataques básicos de Jinx consumen maná y obtienen más alcance, infligiendo daño extra al objetivo y a los enemigos cercanos.
  • Pium-Pium, la Ametralladora: los ataques básicos de Jinx otorgan velocidad de ataque por un breve periodo de tiempo (se acumula hasta tres veces). Las acumulaciones caen una a una cuando Jinx deja de atacar.

W: ¡Zap!

Jinx lanza un rayo eléctrico que ralentiza al primer enemigo en el que impacte e inflige daño físico.

E: ¡Mascafuegos!

Jinx lanza una hilera de granadas paralizantes que explotan después de unos segundos y prende a los enemigos cercanos. Los campeones enemigos que pasen por encima de una granada harán que explote antes, y se quedarán brevemente inmovilizados.

R: ¡Supermegacohete Mortal!

Jinx dispara un cohete global que incrementa su daño cuanta más distancia recorra. El cohete explota al impactar contra el primer campeón enemigo, infligiendo daño al objetivo y a todos los enemigos cercanos en función del porcentaje de la vida que les falte.



Mecánicas de Juego





Calle inferior


Jinx es una tiradora versátil, bien equipada con un arsenal de armas eclécticas. Su arsenal es capaz de sembrar el caos y le permite infligir una cantidad brutal de daño a cambio de sacrificar movilidad. Una de las facetas más importantes a la hora de jugar con Jinx es dominar el poder de ¡Cambiazo! para acosar tranquilamente a los enemigos desde lejos con el lanzacohetes y, llegado el momento, cambiar para asestar una oleada de dolor con la ametralladora.
Pese a que carece de mecanismo de huida, Jinx tiene varias maniobras en su cerebro hiperactivo que la ayudarán a evitar las emboscadas. ¡Mascafuegos! le permite atacar a los jugadores de la jungla, un ¡Zap! en el momento adecuado evita que la persigan y una gestión cuidadosa de los objetivos le ofrece una gran mejora de velocidad gracias a que ¡A tope! se activa al caer una torre.
Y las torres caerán. Ya sea acabando con oleadas mediante un uso liberal de ¡Zap! o mediante los ataques de área de efecto de su lanzacohetes, Jinx no deja de presionar en la calle. Mantener a sus rivales bajo fuego constante, o bien hacer que les sea imposible acosarte, le permite llegar de una pieza a la mitad de la partida y a los últimos compases de la misa, que es donde su enorme potencial da lo mejor de sí mismo.
Hay una cosa más que se debe destacar: no hay casi ningún momento en el que un ¡Supermegacohete Mortal! no sea la mejor solución posible a cualquier problema. La habilidad definitiva de Jinx es un destructor global que va acelerando según se acerca a la zona de su incauta víctima. No hay nada que un ¡Supermegacohete Mortal! no pueda conseguir, ya sea dejar KO a todo un equipo con poca vida durante una pelea precoz contra el Barón desde la otra punta del mapa, o bien eliminar a un enemigo que huye y lograr la muerte en el último suspiro. Bueno, sí hay algo que no hace: impactar en algo que no sean campeones. Eso no lo puede hacer.




Combate de equipo


Jinx empieza a infligir daño desde el inicio de los combates de equipo. Dado que carece de protección, depende mucho de su posicionamiento y de sus compañeros de equipo para mantenerse con vida mientras acaba con sus enemigos. El rango y el daño de Jinx permanecen potentes a lo largo de la partida, haciendo que sea ideal en una composición específica para ataques a distancia. En medio del combate, usar su lanzacohetes y ¡Zap! desde lejos le ayuda a debilitar lentamente a sus enemigos hasta que logra una muerte, mientras que ¡Mascafuegos! crea zonas que los campeones enemigos deberán evitar. Una vez que se activa ¡A tope!, Jinx desata su potencial, cambiando de posición para esquivar amenazas y tratando de rematar a los rezagados.



Historia


¡Eh, mira, estoy abriendo mi caja de preocupaciones! Un momento…¡está vacía!
Jinx vive para provocar el caos sin pararse a pensar en las consecuencias; siempre deja un rastro de pánico y destrucción tras de sí. Delincuente impulsiva y maniática, el aburrimiento es lo que más odia en esta vida, y libera a su antojo todo el caos que puede en el que es para ella el lugar más monótono del mundo: Piltover. Con un arsenal de juguetes letales a su disposición, desata las explosiones más brillantes y los estallidos más sonoros; lo que haga falta con tal de sorprender a las desafortunadas autoridades. Siempre fuera del alcance de la ley, el juego favorito de Jinx es jugar con lo mejorcito de Piltover, especialmente con Vi.
Piltover era conocida como la Ciudad del Progreso, el adalid de la paz y el orden. Esa paz se vio comprometida con la llegada de un nuevo tipo de delincuente, de los que no se habían visto hasta la fecha. Este misterioso personaje fuera de la ley, causó multitud de travesuras de lo más destructivo y retorcido, que hicieron peligrar toda la ciudad a causa de la peor oleada criminal en la historia de Piltover.
En cuanto la ciudad se vio asolada por una oleada de crímenes sin sentido, comenzaron los avistamientos de la infractora de la ley. Aunque la procedencia de la joven muchacha era un misterio, algunos vieron rastros hextech de Piltover en sus armas; otros reconocieron los hábitos de Zaun en su vestimenta. Ya que nadie la conocía y como su llegada siempre suponía problemas, aquellos que se cruzaban con ella decidieron darle un nombre a la amenaza: Jinx.
La destrucción de Jinx aumentaba. Caitlyn, la sheriff de Piltover, respondió declarando el estado de emergencia y organizando una cacería por toda la ciudad. Para no variar, Jinx hizo llegar al edificio más seguro de la ciudad, la tesorería de Piltover, un reto directo para su agente con más personalidad. Con la caricatura de la cara de Vi esparcida por toda la fachada y una fecha y hora para el supuesto asalto, Jinx la desafió abiertamente a que intentase evitar el robo.
Determinada a poner entre rejas a la alborotadora, Vi hizo guardia junto a la tesorería, a la espera de la hora acordada por Jinx. Fiel a la garabateada promesa, la amenaza sonriente hizo su aparición. Sabiendo que era su oportunidad de capturar a la forajida, Vi la persiguió al interior del edificio. Atravesaba pared tras pared intentando atrapar a Jinx, que no paraba de reírse mientras prendía fuego poco a poco a la vacía tesorería con explosiones feroces. Vi por fin consiguió arrinconar a la delincuente dentro de la cámara, pero Jinx se guardaba un as bajo la manga. Con una risa maniática, disparó una descarga de cohetes que derribó todo el edificio sobre ellas.
Cuando Vi, magullada, consiguió salir a rastras de las ruinas, no encontró ni rastro de Jinx. Para añadir más sal a la herida, no había desaparecido ni una pizca de oro de la cámara destrozada. En su lugar, la delincuente dejó un mensaje de despedida para su agente favorita, un desafío que se había hecho visible en el horizonte de Piltover. Las luces de la ciudad dieron forma a una burla simple pero directa: “jamás podréis atraparme”. Mientras Vi leía el mensaje, escuchaba la risa distante de su nueva némesis, y toda la ciudad se sumió, por primera vez, en una profunda oscuridad.